Los circuitos impresos flexibles fueron diseñados originalmente como un sustitutivo de los tradicionales cableados. Desde sus inicios hasta la actualidad, su demanda ha crecido exponencialmente y son usados cada vez en más proyectos debido a las ventajas que ofrecen. Un circuito flexible es “simplemente” un gran número de conductores pegados a una película muy fina de dieléctrico.
Desde las simples aplicaciones a las más complejas, las posibilidades y la versatilidad de los circuitos impresos flexibles es inimaginable. Las principales ventajas de los circuitos flexibles comparados con los tradicionales cableados y los circuitos rígidos son varias:
- Reducción de errores en el montaje, al sustituir las conexiones por cable.
- Reducción del tiempo de montaje y, consecuentemente, el coste.
- Libertad y flexibilidad en su diseño y durante su instalación, al ofrecer más posibilidades de interconexión en 3 dimensiones.
- Incrementa la fiabilidad, al tener la posibilidad de reducir el número de puntos de interconexión.
- Fiabilidad y duración en los equipos con partes móviles, ya que los circuitos flexibles se pueden mover y flexionar hasta 500 millones de veces sin fallo.
- Reducción del peso y del tamaño, con la consecuente posibilidad de reducir espacio en el desarrollo del equipo.